miércoles, 18 de septiembre de 2013

El mafioso monopolio de la fruta en la era kirchnerista


cosecha de manzanas
15/09/13 - 07:25hs Una simple manzana no baja de los $3. Esto es producto de un oscuro entramado monopólico. La desaparición de un trabajador golondrina destapó la olla de cómo funcionan las multinacionales que dominan el mercado
Una simple manzana de 220 gramos cuesta $3, la mitad de lo que, según los garabatos que dibuja Guillermo Moreno con el INDEC, le sale a una persona poder alimentarse por día. Lo inaceptable es que esto ocurra en un país como la Argentina donde la naturaleza bendijo al Alto Valle de Río Negro, para poder desarrollar una producción frutícola a gran escala.
De los 3 pesos de lo que cada argentino paga por una manzana, solamente unos centavos le que quedan del productor ¿El motivo? Un puñado de empresas que monopolizan el comercio interior y exterior, y que no por casualidad son amigas y beneficiadas por el poder político, se quedan con gran parte de las ganancias.
Desde que el kirchnerismo llegó al Gobierno, a pesar de llevar adelante un discurso crítico de la década neoliberal, sus políticas económicas han profundizado ese proceso. La concentración y extranjerización de las principales empresas en el país, de la mano con la destrucción de las economías regionales (ver aparte), y los avasallantes niveles de precarización laboral son tres características inevitables a la hora de hablar del modelo K.
En ese marco, hay un caso que está destapando la olla de un entramado mafioso que vincula a los monopolios de la fruta, la trata de personas, la precarización laboral y el encubrimiento estatal, policial y judicial. Se trata de Daniel Solano, uno de los más de 8.000 trabajadores “golondrinas” es decir, contratados por temporada, “en negro”, sin derechos laborales, que sumados a otros 8.000 trabajadores rurales permanentes y otros 10.000 del empaque realizan la cosecha en Río Negro.                                                                                
Este obrero, miembro de la comunidad guaraní Misión Cherenta, había viajado en octubre de 2011 desde su Tartagal natal, en la provincia de Salta, hacia la zona de Valle Medio de Río Negro, para trabajar en la cosecha de manzanas en el establecimiento de la multinacional Expofrut, ubicado en la localidad de Lamarque, a través de la empresa tercerizadora Agro Cosecha SRL, que lo había contratado. Desde la noche del 5 de noviembre de ese año no se supo nada más de él, pero el abogado de su familia realizó una investigación en la que da cuenta que fue asesinado por haber advertido la estafa millonaria de la que eran víctimas los trabajadores.
http://diariohoy.net/politica/el-mafioso-monopolio-de-la-fruta-en-la-era-kirchnerista-15546

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